¿Alguna vez te has planteado irte de viaje solo?
¿Te ha pasado por la mente alguna vez abrir el mapamundi, poner el dedo índice en un lugar y comprar un tiquete a este lugar de ensueño para ir completamente sol@? ¿Qué tal sería levantarte en un lugar en donde no conoces a nadie ni te conocen, nadie habla tu idioma y nadie come lo que tu comes? ¿Estarías dispuesto a pasar horas, días, semanas, meses o años en un aeropuerto, un avión, un parque, un museo, una discoteca, un cine, un teatro, una playa y muchas calles sin tener alguien de tu círculo social con quien hablar? ¿Crees poder pasar las fronteras migratorias respondiendo a los agentes migratorios un listado de preguntas sin nadie que te ayude? ¿Te gustaría tomarte fotos solo, caminar y caminar por horas sin nadie más que tus pensamientos, sentarte en un café, en una estación de bus, en un restaurante o un río sin tu mejor amigo, pareja o familia?
“ ¿Qué pasaría si te digo que no estás solo? Que tienes a la persona más importante de tu vida todo el tiempo contigo, esa que está dispuesta a cumplir todos tus caprichos, que te conoce más que a nadie en el mundo y que está esperando por ti hace mucho tiempo para pasar un rato juntas. ¿Qué pasaría si te das cuenta que esa persona eres tú? ”
Todos nos hemos ido de vacaciones con la familia, un grupo de amigos o en pareja alguna vez en la vida y nos ha gustado, la hemos pasado genial e incluso en el mismo viaje hemos planeado el próximo viaje con las mismas personas. Pero qué pasaría si los planes cambian, esas personas ya no pueden, no están con nosotros o simplemente no quieren, a pesar de que ese sea tu sueño. ¿Vas a renunciar a ese destino porque no tienes con quien irte? ¿Vas a dejar que pasen años para ir a ese lugar, solo porque no tienes con quien ir?
¿Qué pasaría si te digo que no estás solo? Que tienes a la persona más importante de tu vida todo el tiempo contigo, esa que está dispuesta a cumplir todos tus caprichos, que te conoce más que a nadie en el mundo y que está esperando por ti hace mucho tiempo para pasar un rato juntas. ¿Qué pasaría si te das cuenta que esa persona eres tú?
Viajar en solitario es una aventura que todos debemos vivir alguna vez en la vida, para conocernos, descubrirnos y amarnos.
Sin embargo, no es una decisión fácil, sobre todo si es la primera vez que te animas a emprender un viaje en solitario. Pero piensa por un instante, en las numerosas ventajas que te esperan viajando en solitario, allá afuera, en el mundo.
Un lugar donde solo tienes que pensar en ti mismo y en lo que te apetezca en cada momento. Un viaje en donde puedes ir lo rápido o lo lento que quieras y sin dar explicaciones a nadie, disfrutando de la libertad de elegir tu propio camino sin tener que complacer a alguien, haciendo y deshaciendo a tu antojo. Viajar contigo mismo te permitirá conocerte a ti y a personas increíbles, no tienes porque ponerte de acuerdo con nadie para planificar una ruta, y una vez en el destino agradecerás poder quedarte más tiempo en el lugar que te ha gustado o salir antes del que no. Y al final vives una experiencia de esas que te cambian la vida.
No obstante, viajando sol@s nos toca más trabajo, ya que no tienes a nadie que te ayude o lo haga por ti. Al viajar solo, no se tiene a nadie más a quien culpar de los errores, así que, se aprende a asumir la responsabilidad, a tomar buena nota y a seguir adelante, porque no hay de otra, la vida sigue y tu camino también debe seguir. No vale quedarse llorando, te limpias las lágrimas, te levantas y sigues.
Pero no lo vamos a negar, evidentemente hay ciertos riesgos ligados a viajar, pero no son mucho mayores por ir solo. Así que es importante saber cómo moverse solo, prevenir o solucionar los inconvenientes antes de emprender camino.
A continuación, te doy mis 40 consejos básicos para viajar sol@ a cualquier lugar que quieras y regresar con bien. Yo los he aplicado y nunca me ha pasado nada malo que arruine mi experiencia.
Deja todo listo el día anterior en un lugar cerca a la puerta: antes de partir a tu viaje, debes asegurarte que empacaste todo lo que necesitas. Documentos, llaves, dinero, celular, cargador de celular y obvio la mochila o maleta con todo lo que vas a necesitar. Hazlo con tiempo y no dejes para última hora todo.
Haz el check in por Internet el día anterior: aunque puedes hacerlo en el aeropuerto, es mejor ahorrar tiempo por si algo sucede en el camino, como ir tarde o la fila de la aerolínea o migración está muy larga. Puedes llevarlo en tu celular, pero algunas aerolíneas te exigen tenerlo impreso. Mi recomendación es: tener un screenshot en la galería de tu celular, una copia impresa y el correo listo. Tanto de vuelo de ida como de vuelta o de tu siguiente destino. Así como, tener lista la reserva de hotel o carta de invitación del lugar donde te vas a alojar y la solvencia económica a demostrar con dinero en efectivo o tarjetas.
Sal de tu casa con tiempo: si vas a un vuelo nacional llega al aeropuerto 2 horas antes, para vuelos internacionales llega 3 horas antes, los trámites migratorios a veces se complican y tardan mucho. Si vas a viajar en bus llega 1 hora antes. Si vas a hacer autostop sal muy temprano, a las 7:00 am tienes que estar en carretera, sin importar la distancia. Por seguridad y prevención.
Planea tu itinerario: Planea muy bien desde tu horario de salida desde tu ciudad hasta la hora de llegada al aeropuerto/ terminal/ autopista de destino. Haz un calendario con los lugares donde estarás por día, como llegarás allí, cuanto te cuesta, que días abren…Calcula en Google maps los tiempos y las distancias, entre ciudades o dentro de una misma ciudad, para saber que tantas cosas puedes hacer en un mismo día o qué tantos lugares puedes visitar. Es agotador cuando viajas por meses, pero te ahorra mucho tiempo y dinero. No caes en tours ridículos, no te estafan tan fácil y en el viaje solo te encargas de disfrutar. Si puedes memorizarlo mejor, a veces los aparatos tecnológicos fallan o los puedes perder, no siempre hay acceso a Internet en algunos lugares, puedes quedar sin maleta o te puedes perder.
Deja una copia de tu itinerario a tu familia: haz un archivo en digital para algún amig@, familiar o tu pareja con la dirección y teléfono del lugar donde te hospedarás o el anfitrión que te recibirá. Yo hago una lista por ciudades o países cuando me muevo mucho o muy rápido y la envío al correo de mis padres.
Conoce el sistema de transporte antes de llegar: esto es tan importante como planear qué llevarás en la maleta, si bien puedes investigar una vez que llegues a tu destino, el hacerlo previamente te ahorrará tiempo, dinero y ganarás seguridad. Incluso para tu primer traslado del aeropuerto al hotel, evitando caer en alguna trampa para turista. Averigua si se necesita tarjeta para el metro o bus, si hay descuentos de estudiante o por tu edad, horarios, puntos seguros e inseguros, horas de tráfico, estaciones cerradas o en mantenimiento.
Anota la dirección exacta de tu hospedaje en varios lados: en tu celular, en un papel por si se descarga, pierdes, dejas o te roban tu celular. Y la mejor opción si puedes, aprendetela de memória, siempre es bueno.
Mantén la comunicación: Al ser tu primer viaje sol@, seguramente tus seres queridos estarán preocupados por ti. Si te es posible manda tu ubicación por whatsapp o envía un correo electrónico de vez en cuando para dar señales de vida y asegurarles que la estás pasando de lo mejor. Ellos estarán más tranquilos al saber dónde estás y que estás bien.
Observa tus alrededores todo el tiempo: es muy importante que cuando llegues a tu hotel o cualquier lugar observes la zona, la gente, los comercios. Ubica los servicios de emergencia, así como sus teléfonos locales. Camina mirando siempre a todos lados, para asegurarte de que nadie te esta siguiendo o no hay nada raro a tu alrededor, nunca camines mirando al piso, siempre la cabeza en alto, para que no te vean como un blanco fácil o que estás distraído. Es agotador, lo sé, pero sol@ eres tú el únic@ que te estás cuidando y tienes que hacerlo. Cuando hago autostop además de aprender me las placas, siempre que me subo lo primero que hago es mirar todo el carro, para ver que implementos hay para defenderme en caso de que suceda algo o como escapar.
Deja fluir tu intuición y confía en ella, si algo no te cuadra, evita la zona. Cambia de acera/andén, si ves algo raro. Camina siempre por donde hay luz, personas, comercios y carros. Si ves algo raro, entra a un establecimiento de comercio y comentarle a la persona que atiende, incluso si puedes pide que llamen a la policía.
Compra algún implementó de seguridad y defensa personal que puedas pasar por aeropuertos o fronteras, en equipaje documentado, tales como: un kubotan, una navaja Suiza, bastón retráctil o taser eléctrico. Esto nunca puede ir en equipaje de mano. Si no requieres pasar controles migratorios te recomiendo un gas pimienta, práctico y efectivo. Si definitivamente no quieres comprar esto porque te da miedo o no te sientes capaz de usarlo en una situación de peligro, ten a la mano un desodorante en spray, un perfume, unas llaves, el cable de cargar tu celular, una linterna, lápices o paraguas. Dejalos en un bolsillo de fácil acceso y si te sientes en peligro sacalo disimuladamente y dejalo listo para usar. Si te toca usarlo, deja tu maleta, usalo y huye con dinero y documentos. Si el ataque o agresión es por robarte, dejate robar, las cosas se recuperan, la vida no. Si el ataque es por mantener tu vida, tu integridad sexual o que no te secuestren, te aconsejo intentarlo, al menos para dejar rastro y que sea más fácil cuando vayan a investigar. Si, lo sé, es feo hablar de esto pero creo que es mejor saberlo a no saberlo. Infortunadamente esto debería cambiar a partir de la educación y no de la defensa personal, pero la realidad es que estamos expuestos a estos peligros cuando viajamos solos.
Lleva una copia de todos tus documentos (pasaporte, DNI, visas, fiebre amarilla, tarjetas, fotos tipo visa, carnet estudiantil y/o laboral) en físico, en una memoria USB y en tu correo. Si por alguna razón -aunque espero que no te suceda- llegas a extraviarlos, te roban o migración te quiere hacer la vida imposible, será mucho más fácil y rápido buscar una reposición o solución.
Evita las caminatas nocturnas: No importa qué valiente te sientas, recuerda que todos los viajeros, sin excepción de género o edad, estamos expuestos a ciertos riesgos al estar solos. Evítalos a toda costa y trata de llegar a tu hotel a una hora razonable. Si por alguna razón debes llegar tarde, te recomiendo pedir un taxi o uber, o esperar en el terminal u aeropuerto a que amanezca, créeme… tu seguridad ¡vale el precio!
Si conoces a alguien nuevo, haz muchas preguntas: no podemos evitar conocer los lugares nocturnos más chic del destino que estamos conociendo. Y seamos honestos, salir a bailar o a tomar un trago es también signo inequívoco de que conoceremos a alguien. Por lo que, antes de confiar todos tus planes a un desconocido te recomiendo sacar tu lado investigador y hacer cuantas preguntas puedas para conocer un poco más del susodicho, de forma disimulada y haciendo amena la conversación para que no se dé cuenta. Aunque te inspire confianza y pase el primer filtro, jamás des información sobre dónde te hospedas ni cuánto tiempo vas a quedarte, o miente. Siempre di que vienes con alguien pero que esa persona salió a hacer algo y dentro de poco va a regresar.
No parezcas turista: viste con ropa cómoda pero lo más apegada a la cultura local. No exhibas tus aparatos electrónicos mientras caminas, siempre guárdalos en tu mochila o bolsa. Si llegas a perderte revisa tu mapa dentro de algún café o tienda, no en la calle.
Ponle candados y protector de lluvia a tu mochila: siempre que vayas en un medio masivo de transporte con tu mochila grande mantenla lo más protegida posible y trata de ponerla entre tus piernas y una pared o base firme, no entre personas. Esto no sólo te reduce el dolor de espalda por el peso si no que estás en contacto visual con tu mochila todo el tiempo para que no te roben, te la corten para sacar algo o te pongan algo dentro, como drogas, en los aeropuerto. Si llevas una maleta o bolso pequeño mientras estas turisteando, está, siempre va en frente tuyo, en tu pecho. Si tienes que dormir en un aeropuerto o terminal usa tu mochila de almohada o ponla debajo de tu puesto y amarrala a tu cadera o pie, con las mismas correas de la maleta o un cordón de zapato, de igual forma, cúbrela con una manta/ cobija.
En tu habitación: Lleva un candado contigo, es de mucha utilidad sobre todo si en el hotel u hostal donde te hospedas no tienen caja fuerte, ya que podrás ponérselo a tu maleta para mayor seguridad. Si pides algún servicio a cuarto, nunca menciones que estás sol@, finge conversaciones con alguien y no dejes entrar a nadie si es que no has solicitado ningún servicio en recepción.
Si vas a hacer hitchhiking (autostop, ride, carona, aventón o dedo) ubicate en estaciones de gasolina, peajes, salidas de pueblo, estaciones de policía o lugares en los que estén reparando la vía. Donde se puedan detener los vehículos porque hay espacio y además alguien ve que estas haciendo esto.
Si vas a hospedarte en casa de desconocidos por medio de una aplicación leé todos sus comentarios, pide su contacto y datos sobre esa persona y compártelo con alguien. Aclara desde el primer momento si es habitación privada, sofá o cama compartida para evitar malentendidos. Mira primero la ubicación en Internet para saber qué tan segura es la zona. Pregunta cómo puedes llegar allí en transporte público y cuánto sale aproximadamente un taxi, si te recogen pregunta sus placas y envía todo esto a ese amigo cercano que sabe todo.
Viajar solo no significa ser irresponsable: Con mayor razón tienes que estar atent@ y entender dónde te estás metiendo. No hagas cosas estúpidas que te hagan sentir insegur@ sólo por ir en contra de la corriente. Enfrenta esa soledad de manera responsable.
Enloquecerse en las fiestas y tomar mucho alcohol o usar drogas, no es la mejor idea cuando estás sol@. Si te excedes no tendrás a ese amigo que te ayude o incluso puedes perderte. Trata de no hacerlo, o al menos intenta no llegar a los excesos. No es inteligente. Además, la idea de viajar solo, es tener una experiencia enriquecedora que te llene de enseñanzas y no lo contrario.
Lleva una parte del ahorro, pero el resto lo dejas en el banco para usarlo solamente cuando sea de suma importancia. Trata de llevar poco dinero para poder guardarlo con facilidad y también imponerte un límite de gasto. Consulta las casas de cambio en caso de estar en otro país y encuentra la que mejor se adapte a tus necesidades. Aunque también puedes hacer retiros de los cajeros automáticos o bancos si la comisión es pequeña. Te recomiendo la aplicación Zipp para cambiar dinero a buenas tasas.
Lleva un botiquín: así como empacas todos los artículos de limpieza o los cables de los aparatos electrónicos, un botiquín es básico en el equipaje. Lleva todo lo que creas que te servirá y te sacará de un apuro como medicamentos que no requieren de receta médica, vendas, bandas adhesivas y un antiséptico. No necesitas uno muy grande, pero sí uno que te saque de apuros cuando lo requieres, usandl los medicamentos que ya conoces tu y tu organismo, es decir, de tu país, los que has usado siempre y te funcionan.
Recibe comida o bebida de extraños con precaución: cuando empecé a viajar no recibía nada de extraños y era muy antipática porque desconfiaba de todo el mundo, mi familia me había advertido mucho de esto. Con el tiempo, experiencia y sentido común me di cuenta que todo el mundo no era malo, que recibir comida iba reducir notoriamente mis gastos, mas cuando viajaba con poco presupuesto y que a veces, la gente solo quería compartir su cultura gastronómica de forma amable. Me di cuenta que el problema no era recibir comida, sino hacerlo de forma irresponsable. Solo si ves donde lo compraron, como lo cocinaron, que es nuevo el producto y lo están abriendo por primera vez delante tuyo y que ellos también comen de lo mismo, recibe. Incluso, dales a probar una parte de tu porción como gesto de “compañerismo y amistad”, o sea de forma disimulada, no muestres prevención. Si te van a invitar a comer a un restaurante, elige tu el restaurante, si van a cocinar “ayuda” en la cocina (solo por ver que no le hechan nada extraño a tu comida). Si notas un sabor raro o te sientes mal, no lo dudes ni un segundo, ¡deja de comer! , di que irás al baño u otro lugar disimuladamente, y ¡escapa!. No entres en pánico, ni lo demuestres, actúa normal, pero huye.
Infórmate de los lugares más peligrosos o problemáticos de la zona que vas a visitar para evitarlos o ir con todas las precauciones. Si puedes evita estos lugares, pero si definitivamente quieres ir por algún interés en particular, lo cual no está mal, ve acompañad@ de un local que conozca muy bien la zona o tenga cierto poder o jerarquía allí.
Si tomas un taxi o uber: pregunta el costo de antemano y busca tú mismo tu ruta en Google Maps, así verás cuánto cuesta, por dónde va, si se desvía mucho, y cuánto tiempo aproximadamente debes tardar en llegar. También puedes darle tú mismo las indicaciones, como si conocieras el camino, o explicarle que tienes la ruta detallada de antemano, con lo que ya sabrá a qué atenerse el conductor. Además, finge una conversación con alguien diciendo desde el primer minuto: las placas, marca del auto y nombre del conductor. Si eres chica finge que hablas con tu novio o papá y que él te está esperando en tu destino. Si eres chico qué vas a encontrarte con un grupo de amigos. Memoriza la placa siempre. Si no hablas el idioma del lugar muéstrale una foto de esas personas que te “esperan” al conductor y trata de hacerle entender eso con señas.
Si sufres de acoso sexual o comercial: sin importar tu género y el de la persona que te está acosando, sé firme en tus respuestas, hablar alto, serio y de manera enojada si no quieres algo, incluso pon muy mala cara. Hazte sentir y respetar, sin miedo o vergüenza, recuerda que estas sol@. Como dicen por ahí mejor rojo una vez, que pálido toda la vida.
Si eres chica, lleva un anillo que parezca de matrimonio y di que estás casada. Así cortas más de una conversación indeseable de algún intenso o galán de vereda desde el comienzo.
Intenta aprender algunas palabras básicas del idioma del país que visitas, pues te será útil para defenderte o entender letreros básicos, como "hotel", "prohibido", “ayuda”, “policía “o "salida".
Lleva contigo todas aquellas cosas que te hacen sentir cómod@ y no me refiero sólo a la comodidad física, también a la mental. Si te gusta la fotografía, lleva tu cámara y si te gusta dibujar, lleva tu cuadernos de dibujo, si te gusta leer lleva un libro. Serán buenas formas de escapar de los momentos difíciles o de la realidad que decidiste dejar en tu ciudad, subir el ánimo y combatir sentimientos como nostalgia, tristeza y claro, soledad.
Ten en cuenta la climatología del lugar elegido en el momento: no es divertido pasar tu primer viaje solo metido en el hotel porque llueve todo el rato o terminar todo quemaso. Yo lo aprendí con el tiempo y muchos errores.
Revisa si en el destino al que vas a ir, se van a celebrar grandes eventos en las fechas en las que vas. Pueden disparar los precios de vuelos y alojamientos.
Si nunca antes has viajado sol@, empieza a pasar tiempo sol@ antes de tu viaje, reservar tiempo para ti, comienza a practicar antes de ir de viaje estar más y más tiempo sol@,para familiarizarte con ello: sal a dar un paseo sin compañía, ve solo al cine o a ver una exposición de arte... Familiarízate con la sensación de compartir momentos de ocio con nadie más que contigo mismo.
Caminar te liberará de muchas cosas que estaban encerradas en tu mente desde hace un buen tiempo. Es la mejor manera de desconectarse y no pensar en lo que te aturde. Grandes ideas llegarán y los pensamientos fluirán aclarando muchas cosas. Caminando también conocerás muchísimo más de lo esperado.
Sé positivo, flexible y ten la mente abierta: recuerda que tu viaje no consiste en tomar fotos de ti mismo posando delante de famosos monumentos, sino en disfrutar de la experiencia de estar sol@. Seguro que cometerás errores de todo tipo, pero piensa que son anécdotas que luego podrás contar a tus amigos y familiares. Piensa en que todo en esta vida tiene solución y a veces solo toca adaptarnos a la situación, el momento o el lugar. No porque las cosas no salgan como esperabas te tienes que amargar el viaje tu mismo. Ya estas en ese lugar, tu única preocupación debe ser disfrutar. Piensa en que pudo haber sido peor, qué con el simple hecho de seguir viv@ ya eres afortunad@. Es parte de la aventura y de pronto el destino tiene preparado eso para ti, para enseñarte o regalarte un momento único.
Sonreír no requiere traducción: un gesto de amabilidad será siempre una sonrisa; a veces, un detalle como éste da mucho más a entender que si buscas decir alguna frase en un idioma completamente ajeno. Por lo tanto, sonreír es siempre la mejor opción, además generas empatía con las personas y la comunicación se dará más fluidamente. Yo he conseguido muchas cosas que requieren dinero, con tan solo una sonrisa, amabilidad y educación.
No te montes películas. Y con esto quiero decir que la mayoría de los lugares no son más peligrosos que tu propia ciudad (algunos, probablemente, lo sean mucho menos), así que no dejes que tu imaginación proyecte escenas de película de terror cada vez que salgas a la calle ni dejes que esa idea te impida viajar solo. Porque aunque te mantienen alerta, pueden terminar en volverte loc@ durante el viaje y que no disfrutes lo suficiente. Todo extremo es malo.
Usa Free Walking tours: son tu mejor aliado para conocer una ciudad de manera económica y segura cuando estás completamente solo en una ciudad.
Si no tienes ni idea de un destino y te da pereza buscar todo en la web, puedes comprar los libros de “Lonely Planet”. Podrás encontrar prácticamente todos los destinos del mundo, la información es muy completa y te dice todo sobre el lugar que vas a visitar: desde pueblos, restaurantes, hostales y cafés, hasta medios de transporte y costos.
No todo el mundo quiere hacerte daño: Hay gente buena por las calles que podrá ayudarte cuando estés en apuros. Interactuar está bien si lo necesitas pero toma precauciones, no des toda tu información. Además, de esas interacciones a veces podrán salir grandes e inolvidables momentos o amigos.
La mejor lección que me ha dado mi experiencia viajera es que siempre lleve mi maleta cargada de respeto, humildad y sonrisas, y que deje en casa prejuicios y miedos. El poder de una sonrisa no conoce fronteras y menos aún cuando se tuercen las cosas. También he aprendido a viajar más despacio, a disfrutar del momento antes de hacer una foto y, sobre todo, que un destino no puede entenderse ni ser contado sin su gente, ni en una sola visita.
“Viajar es una brutalidad. Te obliga a confiar en extraños y a perder de vista todo lo que te resulta familiar y confortable de tus amigos y tu casa. Estás todo el tiempo en desequilibrio. Nada es tuyo excepto lo más esencial: el aire, las horas de descanso, los sueños, el mar, el cielo; todas aquellas cosas que tienden hacia lo eterno o hacia lo que imaginamos como tal”. – Cesare Pavese
תגובות