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Foto del escritorPau Velandia

¿Cómo financio mis viajes y cómo aprendí a hacerlo?



Me han formulado esta pregunta de todas las formas posibles. Disimuladamente, con mucha vergüenza, entre bromas y risas, directamente y en ocasiones, a modo de regaño de forma muy grosera. Se ha especulado mucho al respecto. Que soy "hija de Papi y Mami" y ellos me pagan mis viajes, que me hice rica de la noche a la mañana por estar en negocios raros, que me gane el baloto, que tengo una guaca en la casa debajo del colchón, que conseguí un "sugar daddy", que mi novio europeo me envía dinero para mi viajes, que mis padres son narcotraficantes... En fin, todo tipo de historias que actualmente solo me dan risa, porque sé que en el fondo se remontan a la escasez de información que poseen las personas sobre mi vida y el mundo de los viajes.



Lo que me ha permitido recorrer 31 países y repetir algunos más de una vez no ha sido la cantidad de dinero propiamente, aunque ha influido, como una herramienta más. Ha sido principalmente, una obsesión mental de cumplir este sueño a costa de lo que sea.”

De manera que, decido hacer pública esta información y con lujos de detalles después de pensarlo mucho, con el objetivo primordial de impulsar e inspirar a otros a viajar, a partir de mi experiencia personal.

No pretendo entrar en detalles sobre mi vida privada y/o relucir mis viajes. Por el contrario, quiero mostrarles que para viajar no se necesita ninguna de estas historias anteriores y que está al alcance de todo el mundo, si se organizan y lo desean tanto como yo.


A través de este artículo, daré algunas luces de cómo podrían empezar a construir su propia historia de viajes, a partir de, algunas estrategias que yo he puesto en práctica y me han funcionado para viajar los últimos 3 años de forma continua (año y 9 meses como mochilera). Hay varios puntos a aclarar antes que todo. No tengo fórmulas mágicas que se apliquen para todo el mundo, va a depender en gran parte de la personalidad de cada uno, la flexibilidad mental, los objetivos de vida que tengan, las ansias de viajar, así como también, factores personales que posibilitan viajar. Lo que me ha permitido recorrer 31 países y repetir algunos más de una vez no ha sido la cantidad de dinero propiamente, aunque ha influido, como una herramienta más. Ha sido principalmente, una obsesión mental de cumplir este sueño a costa de lo que sea. Dicha obsesión, a la cual yo le llamo “el sueño de mi vida”, fue creciendo con el tiempo y me llevó a rediseñar mi vida en muchos aspectos.


No obstante, mi plan de viaje nunca consistió en renunciar y dejar todo para viajar 1 o 2 años y regresar a la rutina, como hacen muchos mochileros, lo cual es respetable pero a mi parecer solo una aventura temporal, que no está dentro de mis intereses, por ahora. Yo por el contrario, tengo claro que quiero viajar toda mi vida y conocer todo lo que más pueda de este maravilloso planeta tierra, así que, he puesto todo a disposición de este sueño.



Para efectos prácticos, desarrollaré este artículo a partir de 3 factores que considero han influido fuertemente en el financiamiento de mis viajes y la continuidad de los mismos a través del tiempo. Dichos factores han sido y son: educación financiera y mental para generar ingresos (activos), administración del dinero y patrocinios e invitaciones.

Respecto del primer aspecto y más importante a mi parecer, la educación financiera y mental, se la debo toda a mi padre, por ello dedicó con gran afecto este artículo a él, Eduardo Andrés Velandia Canosa, en símbolo de agradecimiento.


En este ámbito, la educación financiera y mental, a mi parecer reposa la esencia verdadera de poder viajar y cumplir cualquier sueño que se tenga. Pues desde aquí se construyen las ilusiones, anhelos, miedos, motivaciones e ideologías, que en última medida, son los motores o frenos de un viaje o cualquier proyecto en la vida.


Recibí una educación no convencional para la clase media, a la cual pertenezco, y el país en el que nací, mi padre me educó desde niña con un modelo de educación diseñado para los hijos de los ricos, enfatizando siempre, la importancia de NO ser empleada y trabajar por una libertad financiera desde joven.


Él me enseñó a crear activos financieros en mi vida y evitar a toda costas los pasivos, para conseguir una independencia económica que no estuviera vinculada directamente a un trabajo o negocio propio, sino para que el dinero trabajará para mi. Esto, me permitió crear y cerrar negocios, con y sin dinero, trabajar para ganar mis cosas por mi misma y diferenciar los patrones de conducta del empleado y el rico (carrera de la rata y fast track). Gracias a estas bases en mi vida, comprendí y definí desde muy temprana edad en que invertiría mi tiempo, esfuerzos y dinero. Repudie el anhelo de ser empleada y ver esto como única fuente de ingresos y objetivo de vida, pues sabía que allí no encontraría una libertad financiera que me permitiera solventar mis sueños. Sueños que para ese momento, nunca estuvieron relacionados con los viajes, porque también me criaron con la idea de ver un viaje como un pasivo y no una inversión.


Desde mi infancia, emprendí negocios por cuenta propia e invertí en cosas que me retornarán el capital invertido sin trabajar, o en su defecto, con un trabajo que no involucrará más del 50% de mi tiempo libre. Con cosas tan simples como vender dulces, sandwiches, esmaltes, artículos de navidad, manualidades, que con el paso del tiempo y un poco más de conocimiento técnico y destreza se convirtieron en ventas de inmuebles y carros, elaboración de portafolios de servicios para empresas y creación de negocios propios. Así como otras inversiones.


Siempre supe que no contaba económicamente con mi padres para mis “gusticos o caprichos” de viajes, fiestas o ropa. Así que, me enfoque en conseguir mis cosas de manera autónoma, para evitar reproches, deudas emocionales a futuro que les permitieran a ellos disponer de mi vida y tener libertad en las elecciones de la misma. Mis padres siempre me dieron la libertad de hacer y ser lo que yo quisiera, siempre y cuando no les pidiera dinero.


Crecí con la saga de libros de Robert Kiyosaki: "Padre rico, padre pobre", leí todos y cada uno de estos manuales de finanzas, además de los libros de Sharon L. Lechter, Donald Trump, The Rich Woman Company, Tony Robbins y Zig Ziglar. Me inculcaron el hábito de leer y ver documentales de biografías y autobiografías de los empresarios ricos del mundo y muchos libros de superación personal y autoayuda. Me enseñaron a manejar mis finanzas personales a partir de 3 cuentas (ahorro, inversión y solidaridad), y a ahorrar el 10% de todos mis ingresos.


Mis juegos de niña fueron "Cash flow", ajedrez y tío rico (quizás por eso soy tan mala para los deportes jajaja). Los domingos me tenía que levantar temprano, no para ir a la iglesia, sino para ver un programa de motivación personal llamado "Actitud positiva" (los colombianos que leen este artículo saben de qué hablo). Tenía que resumir a mi papá las noticias del día y darle los indicadores económicos del día anterior mientras me llevaba al colegio y universidad, cada mañana. Cuando le pedí una bicicleta a papá Noel, me dieron una vaca para ordeñarla, vender la leche y ahorrar para comprar con mis ganancias mi bicicleta, ya se imaginarán mi trauma y odio hacia mi papá, en ese momento.


Mis regalos de cumpleaños fueron CDTs, acciones de ecopetrol y libros. Nunca un viaje, celulares, maquillaje, ropa o videojuegos, al menos no por parte de mi padre. Jamás me exigieron notas escolares altas o me reprendieron por repetir 2 años de universidad y un semestre de inglés, tampoco me dijeron “esfuérzate por ser la mejor en el estudio”, porque mis padres consideraban que mi éxito financiero a futuro no dependían de un título universitario, una nota o el nombre de una institución educativa. De hecho, a mis 13 años mis padres pensaron seriamente en retirarme de estudiar del colegio para que yo tuviera tiempo de crear mis propios negocios, aunque al final mis tías no dejaron. Fui a colegios privados costosos y públicos distritales, de los mejores del país, regulares y malos. Estudie en universidades privadas, pero nunca fue para conseguir un buen trabajo en una importante compañía o ver la educación como un lujo, pues según mis padre ello no aseguraría mi estabilidad económica a futuro ni inteligencia. Pese a que él cuenta con una formación académica de alto nivel y tiene reconocimientos como docente universitario y conferencista a nivel internacional, todo lo ha hecho por pasión a la académia, no por un ingreso económico.


La educación académica que recibí solo fue para ser culta y aprender a pensar para la vida. Sin embargo, estudié toda mi universidad becada, por lo que no podía perder una sola materia, de igual forma, fui a estudiar al exterior también becada. Gane medallas, trofeos, premios, publicaciones y becas en más de 10 concursos de derecho. Pero mi gran motivación tras esto eran los viajes que se relacionaban con estas actividades, no un premio o felicitaciones por parte de mi familia, pues sabía que no lo recibiría...


En síntesis, si quería algo tenía que trabajar para ello, así fuera mi propio papá el que me pagará el salario. Confieso que lo tilde de tacaño muchas veces y no entendía porque no me daba cosas que otros compañeros de clase tenían y yo no, incluso cuando él tenía los ingresos suficientes para comprarme dichos antojos.


Siempre fue y sigue siendo así, él me enseña algunas bases y luego me dejaba sola para que yo consiga lo que quiero por cuenta propia, de tal suerte, que yo sepa el valor de las cosas y las aprecié mucho más. Si no entendía algo de Derecho y pedía su explicación, porque es profesor de la universidad en la que estudié, él se acercaba a la biblioteca y me decía “en este libro está la respuesta a tu pregunta, léelo y si no entiendes, yo te explico”, cuando estaba buscando empleo nunca me refirió con uno de sus contactos e incluso una vez que iba desde Brasil hasta la Patagonia, para encontrarme con él para un concurso de derecho y me quedé sin dinero, no me envió ni me presto dinero, al llegar me ayudó un poco por haber logrado llegar allí sin dinero, pero me recalcó que lo que empezará lo tenía que terminar, y si me metía en algún problema, sola tenía que salir. Hoy le agradezco inmensamente haberme inculcado estos principios y dejarme ser, porque hoy gracias a ello me puedo considerar una mujer independiente y puedo conseguir mis viajes sola.




Cree mi firma de abogados e inmobiliaria a los 20 años, antes de empezar a viajar, con unos compañeros de clase, aunque sabía que allí tampoco se encontrará la libertad que buscaba, pero se aproximaba a mí idea de negocio y me permitía avanzar al tercer escalón que necesitaba tener en mi vida financiera. Pues me permitía ser mi jefe, cobrar como abogada y no como dependiente judicial, tener comisiones como dueña de inmobiliaria y no como agente inmobiliaria, poner mis tarifas y plazos de trabajo autónomos, así como reinvertir las ganancias.


Adicionalmente, me dedique a buscar trabajos por cuenta propia que no me exigirán un horario, un jefe, un uniforme y me permitieran ser nómada digital (manejar todo desde mi celular o computador), como: traductora en sitios web, correctora de textos, investigadora jurídica y administradora de propiedad horizontal y hoteles. Luego, me enfoque en mirar cómo el dinero podría generar ingresos por sí mismo y como invertirlo, por lo que: preste el dinero que tenía a interés, invertí en algunos CDTs, incursione un tiempo en “trading”, invertí en algunas redes de marketing multinivel, compré cosas a bajo costo y las vendí, hice eventos en los que la inversión era mínima para la ganancia obtenida, como: fiestas, conferencias y eventos de comida. Cree y vendí servicios intangibles en donde no había inversión de capital para el momento y en los que yo poseía el conocimiento, a pesar de no ser profesional en el tema, tales como: asesorías de viajes, clases de idiomas, asesoría en trámites legales y contables, fotografía y servicios como DJ. Sin embargo, a pesar de mi formación financiera y mi habilidad para generar ingresos desde diversas fuentes, también fui empleada antes de viajar. Trabaje 6 meses en una firma de abogados, en un periodo de mi vida en que trabajaba solo para comer, pagar arriendo, y quizas una que otra fiesta los fines de semana o un viaje a una finca con mis amigos, pues como vivía sola, creía que esto me hacía feliz...


Después de empezar a viajar, volvieron a cambiar mis ideales sobre el #dinero, la riqueza y la concepción de la vida en general, pues ya no quería ser millonaria porque empecé a considerar que la felicidad que buscaba tampoco se encontraba en lo material, pero empecé a valerme de lo aprendido en mi infancia para financiar mis viajes, influir en las personas y buscar patrocinios.


Como se pueden dar cuenta, mis fuentes de ingreso y trabajos fueron la mezcla de algunas habilidades que poseía antes de viajar y supe como emplear en el momento indicado que se presentaron las oportunidades de negocio o personas. No obstante, nunca fueron ganancias millonarias, que me permitieran relajarme por períodos de viaje largo o que me permitieran despreocuparme del todo. Tan solo me permitían una libertad de tiempo y espacio, por el simple hecho de no ser empleada. Pero nunca hubo un salario fijo, ni los mismos trabajos al mismo tiempo o una estabilidad de trabajo por períodos de tiempo mayores a 6 meses.


En realidad el dinero para viajar, nunca dependió de lo mucho que ganará en un trabajo, el conocimiento o títulos que tuviese al respecto. Lo que sí determinó en gran medida el financiamiento de mis viajes fueron las inversiones que hice con el dinero que gané y su administración.




Por ello, una vez contextualizado este primer aspecto, me permitiré pasar a explicar el segundo factor que ha influido en el financiamiento de mis viajes. El cual lo he decidido llamar: “administración del dinero", y se remonta implícitamente a dos factores: ahorro y disminución de costos/ gastos.


La administración de mis finanzas personales cuando NO viajo se basa en ahorrar todo lo que entra a mi bolsillo como activo. Llámese pago, mesada, becas, premios, salario o regalos. Así como, mantener las 3 cuentas que comenté anteriormente. Cuando no viajo me dedico solo a ahorrar y ahorrar, y dejó el "gastar y consumir" para cuando viajo.


Algunos métodos de ahorro que empleo son los siguientes: cocino en mi casa, no como en la calle ni pido domicilios, organice mis horarios para hacer las mismas diligencias en un mismo día y así no gastar en transportes, deje los taxis y ubers, vivo con mi mamá para no pagar arriendo (no me siento mantenida ni bombril porque aportó dinero en mi casa y con tantos viajes ni me la paso allí, solo es un lugar donde llegar y temporal mientras me voy del país definitivamente). Deje de invertir dinero en educación pues me di cuenta que podía aprender de forma autodidacta y como ya les conté, nunca consideré que los títulos determinen mi conocimiento, ni mi anhelo es conseguir un trabajo gracias a dichos títulos, como tampoco invertir en una maestría, por lo que tengo claro que si hago estudios de posgrado será becada.


Evitó fiestas y eventos que me van a hacer gastar mucho dinero (por ello me aleje de un círculo de amigos de fiesta, que solo me incentivaron al consumismo), deje de comprar ropa y "lujos" desde que empecé a viajar, pues siento que soy inmensamente afortunada con lo que tengo, y hasta me sobra para regalar, después de ver tantas realidades diversas a la mía con menores condiciones de vida y saber que podía vivir más de 8 meses con 5 pantalones, 5 camisas, unos tennis y unas sandalias en una maleta de 50x40x25 cm. Al volver de los viajes, se me ha hecho extremadamente fácil ahorrar, pues mi motivación por viajar es más grande que cualquier prenda de ropa, celular o discoteca. Mis anhelos y prioridades de vida hasta antes de los 30, no son en lo más mínimo tener un carro, una maestría o una casa, aunque sé que lo conseguiré igual. Pero no son mis objetivos de vida principales.

Centre mis pensamientos en razones suficientes para viajar para que fuera más fácil ahorrar, planteandome a mi misma que debía prestar atención que soy joven, que tengo salud, no tengo hijos, mis padres son jóvenes, tienen salud y parejas a su lado, así como sus propios ingresos, así que ahora no me necesitan físicamente y me puedo desplazar a donde quiera; no debo nada en educación ni financiera ni emocionalmente, no tengo deudas porque he trabajado para que sea así y los miedos o barreras mentales que tengo los he ido perdiendo poco a poco viajando, lo que me ha permitido creer en mí y darme cuenta que no necesito a nadie para viajar.


Soy enemiga acérrima de los préstamos y las tarjetas de crédito (no tengo ni he tenido nunca en mi vida una tarjeta de crédito) porque aunque permite cumplir sueños momentáneamente, con los intereses que se causan y el pago remuneratorio a futuro, lo único que se consigue es una carga en el bolsillo y un desequilibrio de la estabilidad mental que no vale la pena asumir, menos cuando la idea de viajar es relajarse, no estar pensando en deudas. Además, este tipo de financiamiento no permite tener una solución de continuidad para viajes futuros, debido a que se crea un pasivo constante que no permite financiar viajes futuros y amarra a quedarse en una ciudad, a veces solo para pagar dicho crédito. Puedo decir tranquilamente que el único dinero que debo de mis viajes y cuentas personales en general, es 50 dolares que le debo a mi hermana menor de 16 años y que no se los he pagado porque hicimos un acuerdo entre nosotras en el que yo le guardó su dinero y se le ayudó a reinvertirlo cuando llegue a 350 dólares. Para que cuando cumpla su mayoría de edad y se gradué del colegio nos vayamos a recorrer Japón y el sudeste asiático juntas. Y aunque ella sabe que lo que le falte yo se lo daré, también sabe cómo tiene que ahorrar, así que, presta dinero en el colegio al 3% de interés.

Ahora bien, el dinero que gasto durante un viaje se basa 4 aspectos: transporte, hospedaje, alimentación y entradas a lugares o “gusticos varios”. Así que explicaré detalladamente que he hecho para sopesar estos gastos y administrar mi dinero durante el viaje, sin entrar en detalles del país, ya que luego haré artículos detallados de cada país. En cuánto a transporte, he tomado todos los medios de transporte posibles, comerciales y no comerciales. Lo único que no he tomado como medio de transporte son animales, por su respeto y no maltrato. De cada uno de los medios de transporte que relaciono a continuación, luego haré una guía completa y detallada uno por uno. En el 2016, cuando inicie mi primer viaje por #Sudamérica, tanto en el 2018 en México y Centroamérica hice un 80% "hitchhiking" (autostop, aventón, carona, ride, dedo) por lo que no pagué nada. El otro 20% lo hice en buses pagando, pero pedí descuento directamente a los conductores, utilice bonos y beneficios de estudiante. En 2017, en Europa, compré el tiquete de tren Euro Rail Global Pass, que me permitió conocer 13 países por tren. En cuanto a vuelos he reducido los costos a través de ofertas que encuentro en diferentes plataformas de vuelos y comprando con tiempo de anticipación. He ido acumulando millas que luego gasto en otros vuelos, y últimamente, empecé a ser patrocinada por aerolíneas, a cambio de trabajo. Lo anterior, lo he utilizado para moverme entre ciudades o países, ya dentro de la ciudad solo me movilizó en transporte público, metro o bus, nunca gasto en taxis, a no ser que sea una emergencia o comparta taxi con otros para dividir el costo del pasaje. Sin embargo, yo había viajado antes a otros países en familia, alquilando carro. Respecto al hospedaje, viajando como mochilera sola o con amigos, he reducido los costos hospedandome en hostels y en casas de locales, de forma gratuita, por medio de aplicaciones. (respecto a esto también haré una guía explicando como funciona, cuales son las aplicaciones y algunos consejos). Con familia y en pareja he optado por alquilar apartamentos, y a veces decidimos darnos “lujitos” en hoteles y resorts, pero también a través de ofertas que he encontrado con tiempo de anticipación, búsqueda y bonos de descuento. Últimamente gracias a patrocinios he estado hospedándome en hoteles y resorts, pero yo pago ello con mi trabajo como reportera de viajes. Para alimentación, me he concentrado en comer en mercados locales, restaurantes que venden el plato del día, comer en la calle y comprar en supermercados para cocinar y así reducir gastos. Aunque muchas veces lo obtengo gratis, gracias a la generosidad de las personas que me ofrecen comida. Sea el lugar del mundo donde esté, siempre ha habido alguien que me ha invitado a comer, pero llevo siempre mi dinero para mi alimentación. También he pedido comida en restaurantes gratis y me han regalado mucha sin pedir. En los resorts, tengo toda la comida y bebidas incluidas; en los hoteles y hostels, si sale económico incluyo el desayuno. Y bueno, a veces decido darme mis gusticos gastronómicos cuando viajo y ahí si gasto más de lo normal, pero no es todos los días. También he guardado comida en mi bolso cuando voy a comer a restaurantes u hoteles con servicio buffet, lo que me permite tener snacks durante el día, no sintió hambre, y por ende, gastar menos en comprar comida. Cuando voy muy corta de dinero, optó por desayunar algo ligero y económico, comer un buen almuerzo y no ceno. Otra opción que hago es ir a un supermercado y comprar sólo snacks para comer cada 2 o 3 hora durante todo el día.


Hablando ya propiamente de entradas a lugares o gusticos varios, en esta categoría, se encuentran entradas a museos, ruinas arqueológicas, espectáculos, monumentos, actividades y fiestas. Para ello, lo que hago es mirar en Internet días de entrada libre o gratuita y adapto el viaje para pasar por ese lugar justo ese día, si es posible, si no, pues no me queda otra que pagarlo. Me he dado cuenta que lo que más ayuda a ahorrar es la información, por eso preparo muy bien mi viaje y con anticipación.


Para las fiestas, hago igual como si estuviera en mi ciudad con mis amigos, conozco personas, las estudio, miro si son confiables, interactúo con ellas para conocerlas mejor, evaluó sus patrones de conducta, me aseguro de tener cierta información de ellos y si todo fluye bien armó plan como amigos. Compramos trago en grupo, tomamos antes de entrar al club o discoteca y dentro de la discoteca no gastamos mucho. Si voy sola de fiesta solo tomo cerveza o cócteles, que por lo general siempre tienen happy hour.


Pero como la suerte me acompaña a donde voy, me ha pasado más de una vez que he entrado sin pagar, por amigos que me invitan, lugares a los que por caerle bien a los guardias me han dejado entrar gratis o me he colado sin pagar por no saber que tocaba pagar jajaja. Sin embargo, este gasto siempre lo tengo contemplado y siempre llevo dinero para ello, si ahorro en otros factores como comida o transporte, lo gasto en ocio o ahorro para próximos viajes.


Adicional a ello, como panorama general de los implementos y ropa viajera que he necesitado para condiciones climáticas específicas, en principio todo lo he pedido prestado a amigos y ya cuando veo una promoción por Internet y tengo algunos ahorros libres, compro los artículos de viaje o mi familia y amigos, que ya saben mi pasión por los viajes, me han ido regalando cosas poco a poco.



He ido conociendo personas de todo el mundo y haciendo amigos muy cercanos de otros países y diferentes profesiones que me han ido enseñando cosas sobre viajes, idiomas, patrocinios y me han dado nuevas ideas de viajes. Ya sea porque nos conocemos viajando, se hospedan en el hotel de mi papá o hostel de mi mamá o los he hospedado gratis en mi casa.


De esta forma, escuche hablar por primera vez de los patricios, los blogs, los descuentos y el mundo del reportaje de viajes. Ellos me comentaron que habían muchas personas que hacían esto y me dieron una idea general sobre lo que necesitaba para trabajar como reportero de viajes o Blogger. Me comentaron que se necesitaban tener un curriculum viajero que demostrará experiencia y constancia viajera, que para ello tenía que crear una propuesta de patrocinio que evidenciara los beneficios que una persona viajera podía aportar a una empresa, aerolínea, hotel, universidad, periódico u ONG, mostrar los logros obtenidos viajando, escritos publicados y un factor diferencial al de otros viajeros que estuviera directamente relacionado con el negocio u objetivo de mercado de la empresa a la cual iba dirigida la propuesta.



En un comienzo me pareció algo insulso, inútil y una pérdida de tiempo el tema de los patrocinios y el mundo de los bloggers y YouTubers porque había investigado el tema en el pasado y sabía que no era tan fácil monetizarlo, lo cual en un comienzo era mi único interés. Por lo que, tuve 3 intentos de crear el blog, pero, nunca lo continué por las responsabilidades y ocupaciones que tenía.


Incluso, una de las dudas y miedos más grande que tenía de crear este blog, entre otras, era su financiamiento. Moría del miedo de pensar que invertiría dinero en un hosting y dominio, para un blog que quizás no iba a monetizarse nunca. Pues ya me había sucedió esto con mi firma de abogados e inmobiliaria. Con mucho esfuerzo y miles de planes de financiamiento, mis socios y yo, invertimos tiempo y dinero en una página web que quedó en el olvido, se pagó y nunca salió a la luz siquiera.


A pesar de esto, empecé a recibír muchas preguntas sobre los viajes por parte de las personas más allegadas a mi círculo social y decidí emprender el proyecto a partir de unos borradores de escritos que hacia mientras viajaba, los subí en esta plataforma gratuita y luego dichos escritos los empecé a enviar a diferentes revistas y editoriales de viajes, hoteles y aerolíneas.


Así que creé mi propia propuesta para cadenas de hoteles grandes que manejan cantidad de huéspedes y que no iban a entrar en quiebra por hospedarme gratis 2 o 4 noches, envié mi curriculum viajero a las aerolíneas con mayor oferta de vuelos en mi país, demostré mi fidelidad como cliente, envié mis borradores y le pedí a una amiga rumana que trabaja para “Momondo” como reportera de viajes que me corrigirá mi trabajo y lo mejorará a cambio de yo diseñarle su ruta por Colombia y enseñarle a viajar como mochilera sola en latino américa.


Yo ya tenía un poco de experiencia en este aspecto, puesto que como les conté había enviado propuestas de negocios, había pedido patrocinios a mi universidad y otras instituciones académicas, me había postulado a becas y había publicado algunas cosas de derecho en revistas indexadas, así que pensé, bueno porque no intentarlo.


Envié más de mis correos, para ser reportera de viajes, escribir experiencias viajeras para diferentes marcas e incluso me ofrecí para hacerles publicidad, aunque de publicidad no supiera nada, pero lo investigue y me asesore. Recibí muchas propuestas negativas y muchas otras sin responder, me pidieron entrevistarme por skype desde diferentes países del mundo donde se encontraban las centrales y pasar ciertos filtros debido a la competencia que había de otros viajeros a nivel mundial, acepte todo sin condiciones, a pesar de que no tuviera el tiempo libre para ello. Y luego, empecé a recibir respuestas favorables, empresas que estaban muy interesadas en mi pero me financiaba sólo una parte del vuelo o me daban un límite de millas. Todo lo acepte, como siempre, yo solo quería viajar. Así que, complete de mi bolsillo una parte, luego otros viajes ya empezaron a ser todo incluido.


Investigue sobre el tema, perfeccione mis artículos con ayuda de editores de estilo a quienes les pagaba con asesorías legales y empecé a conseguir más y más patrocinios a través del método de comercio más antiguo del mundo, el canje.


Siempre he pensado que hay alguien en el mundo buscando alguna de las habilidades y capacidades con las que yo cuento, yo solo tengo que descubrir mis capacidades y salir a buscar esas ofertas, porque no iban a caer del cielo. Por este motivo, empecé a buscar esos patrocinadores de mi sueño, quienes lo financiarán a cambio de mi trabajo, conocimiento o por algún sentimiento de apoyo que me quisieran brindar.


De igual forma, para mi el dinero solo es un papel, que se consigue a través de cientos de formas, no necesariamente un salario. Por lo que, me enfoque esta en hacer que es dinero pasé a mi manos.


Por esa misma razón, creo este blog en una plataforma gratuita que me permite incursionar por primera vez en el mercado, sin muchos riesgos económicos y para mostrarles, con un ejemplo práctico, que para crear algo no siempre necesitamos de dinero, este vendrá después luego del esfuerzo, trabajo y constancia. Y si bien, me interesa tener otro ingreso con este blog, mi objetivo principal es inspirar a otros a viajar.


Siempre he pensado que los seres humanos no queremos el dinero, si no las cosas que conseguimos con el dinero, así que mis pensamientos, energía y tiempo los centré en buscar esas cosas que son necesarias para viajar pero sin dinero. A esto se suma también el hecho de que siempre he sido muy arriesgada por mi personalidad y después de estudiar el terreno, me lanzó a los proyectos, así tenga miedo.


Por ejemplo, a veces me he ido a viajar sin dinero o con muy poco y en el camino lo resuelvo hablando con las personas. No por ello, soy confiada. Estudio y analizó mucho a las personas, se cómo llegarles y también como huir, me fijo en sus deseos y debilidades, para a partir de ello, inferir con que tipo de persona estoy tratando, tan solo con pequeños trucos psicológicos.


En cuanto a invitaciones de viaje, no voy a negar que en algunos viajes también he recibido soporte por parte de locales que me han ayudado a amortizar gastos, viajes familiares como cualquier otra familia de clase media que han sido pagos, pero nada rutinario o habitual, tan solo 1 semana, con los ahorros del salario de un año. He viajado en pareja también, en donde los gastos han sido compartido o me han ayudado a soportar en gran medida los gastos del viaje, pero de igual forma no ha sido habitual, he viajado mucho más sola que en pareja.


Otra forma de buscar patrocinios económicos ha sido a través de postulaciones o concursos de becas o eventos académicos en los que he representado mi universidad. Así que he recibido, tiquetes aéreos, hoteles y residencia estudiantil paga por las instituciones patrocinadores, ayuda económica para alimentación, educación y transportes internos. Claro está, me ha tocado completar ciertos gastos de mi bolsillo para visados y seguros médicos, que lo he financiado hasta con rifas o ayuda por parte de mi madre, con mucho esfuerzo, cuando me queda difícil y ella se da cuenta que lo he intentado.


Reconozco que no ha sido fácil a veces, quiero gastar el dinero en otras cosas y me cohíbo, me desmotivo cuando las cosas no me salen como esperaba en mis negocios, me ha tocado empezar de ceros muchas veces tras hacer malas inversiones, recibo muchos comentarios negativos que me inducen a buscar un empleo fijo, me he arriesgado bastante en términos de seguridad y he renunciado a muchas cosas. Pero me he dado cuenta con el tiempo que viajar es la mejor inversión que he podido hacer. Esto lo que me hace feliz y por lo que estoy dispuesta a esforzarme.


Ahora, que tengo una idea de como hacerlo, quiero que muchas personas tengan la oportunidad de viajar y saber todo lo que hay detrás de los viajes, los destinos y las personas que conocen. No pretendo cambiarles su vida ni presionarlos a que sigan estrictamente mis pasos, pero si quiero despertarles una curiosidad por el mundo, que les permita un día tomar el riesgo y aventurarse a vivir experiencias viajeras propias por si mismos, que los hagan inmensamente felices y les den sentido a las pasiones que tienen en sus vidas y que luego nos encontremos en algun lugar del mundo para que me cuenten sus experiencias vividas.



Prefiero trabajar todos los días en mis sueños, a estar cumpliendo los sueños de otros de 8 a 5...

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